La prensa taurina vive un momento de decadencia total. Contando con honrosas excepciones, la ausencia de crítica ha acostumbrado al mundillo taurino a vivir sin miedo a que sus actos sean fiscalizados por el cuarto poder. Tabúes como el afeitado, la quiebra técnica o el ERE que necesita el toreo para sobrevivir a una nueva realidad son temas que cuando se ponen en la palestra hacen hervir las redes sociales como si tocasen a Dios mismo. Cuando el periodismo está al servicio de quien tiene que ser juzgado no dejamos de convertirnos, parafraseando a García, en correveidiles, lametraserillos y abrazafarolas.
Por eso, hay quien está muy mal acostumbrado. Cuando la tarde pinta en bastos y hay que contar algo que no gusta se encienden todas las alarmas, sobre todo, cuantos más peldaños bajas en el estatus del toreo. Así sucedió en Sotillo de la Adrada en la tarde previa al escándalo que terminó en la hazaña de los cinco hombres extraordinarios.
Una novillada de Antonio San Román que pasaba sin pena ni gloria por la temporada pero que en su quinto capítulo tuvo la peor cara que se puede mostrar. Una falta de respeto al público y a la autoridad de un torero que no salió del burladero alegando una supuesta falta de visión de un novillo que no pudieron confirmar los veterinarios ni en el reconocimiento matutino, ni durante el festejo, ni en el análisis postmortem.
El periodista ha de contar el hecho: un torero no sale del burladero en toda la lidia del toro en un acto inaudito en una plaza de toros. El público increpa al torero y su cuadrilla. Un puyazo con el toro arrancándose de largo. La presidenta y la veterinaria piden que muevan al toro para comprobar las quejas en el ruedo. Ante la negativa, corrió el tiempo. Sin banderillear y sin un muletazo, sonaron los tres avisos y el toro entró de vuelta en los corrales tal y como salió.
Estos son los hechos. Entre medias del altercado hubo que matar al mensajero. Quién te has creído. Tú no eres un profesional. Estás haciendo daño al torero. Las burdas intimidaciones de siempre. Toreros, familias y palmeros están acostumbrados a una prensa adocenada donde cantamos lo mediocre, lo normal siempre es extraordinario y tapamos todo lo demás.
Mientras las crónicas sean compasivas, nadie se acuerda de quien las firma. Ni un simple gracias. Qué van a pensar, es tu obligación. Hasta que llega el día en que se dan de bruces con la dura realidad. Aunque también les comprendo: debe ser duro ser protagonista del meme «emosido engañado».
Este que escribe compadece a los novilleros que vienen en condiciones infrahumanas a matar auténticas corridas de toros. Esta cuestión, por cierto, es tan denunciable para quien se aprovecha de la desesperación por torear como por quien pasa por el aro. Ahí están decenas reportajes, denuncias y vídeos donde hago miles de kilómetros para conocer pueblos, descubrir novilleros y hablar sin tapujos del problema real que tiene el toreo en plazas de tercera categoría. Alguno incluso quiso ver una defensa del túnel en la crónica de los cinco toreros que lidiaron seis toros de Prieto de la Cal en una tarde memorable. Hay un grave problema de comprensión lectora que ya advierte el informe PISA desde hace años.
La independencia y no deber nada a nadie hace estar siempre en un lugar incómodo. El filo de la navaja de la conciencia es muy afilado y me debo a mis lectores. La credibilidad es como la honra de la gitana que no se marchita. Los cobardes que se esconden detrás de un pseudónimo o los grupitos de fans kaleborrokas, que cada vez son más y más virulentos, jamás condicionarán ni una coma. Al revés, nos refuerzan en el camino de contar la verdad. Por mucho que quieran pegar un tiro en la nuca del mensajero.
Totalmente de acuerdo contigo Marcos, las cosas hay que contarlas como son y nunca dirigidas mediante intereses fraudulentos.
Mucho hablar Marcos pero se te ha olvidado o no cuentas la verdad del por qué no ha ido la gente a torear la corrida que llamas memorable. No sé si tienes algo con el empresario o es tu amigo, pero en el día que relatas de la novillada, a los profesionales que fueron allí (banderilleros, picadores, mozos de espadas y ayudas, el señor empresario dejó de poner o no pagó el sueldo correspondiente de cada boletín. por ejemplo, el de un banderillero puso 200€ menos de sueldo. entonces, cómo crees que van a ir a matar un corridón de toros al día siguiente si saben que les van a quitar otros 200 € o más de cada boletín? Tú irías así a jugarte la vida o a trabajar en esas condiciones?. Por favor a ver si somos rigurosos con la información que se da para evitar poner a la gente en contra, y cuando tengan la verdad desde todos los puntos, que las propias personas tengan su opinión, que respetamos todos.
Un saludo a todos.
Veo que hay un grave problema de comprensión lectora. En los dos artículos he denunciado ostensiblemente el grave problema que provoca estas cosas. Por ejemplo: «Este que escribe compadece a los novilleros que vienen en condiciones infrahumanas a matar auténticas corridas de toros. Esta cuestión, por cierto, es tan denunciable para quien se aprovecha de la desesperación por torear como por quien pasa por el aro». De cifras, lógicamente, no puedo hablar. Para eso este mundo es tan oscuro y cada uno sabrá lo que traga. ¿Por qué los toreros hacen el paseíllo en esas condiciones? ¿Qué culpa tiene el aficionado? Los hechos son los que son. La trastienda del toreo la conocéis vosotros y vosotros sois los que tenéis que poner orden en vuestro chiringuito. Yo solo puedo relatar los hechos que sucedieron. Me reafirmo en la tesis del artículo: hay que callar al mensajero para que no cuente lo que pasa. Una pena. Un saludo.
Marcos lo acabo de publicar: dejo de escribir de toros. Mi seudónimo, que no deja de ser de alguna manera mi nombre, Curro Sillero, con el que he publicado mi primer libro: Epitafio del Último Tercio y, utilizó en Facebook.
No sé si sabrás que soy jubilado del toreo y vivo de una nada desdeñable nómina, después de muchos años y festejos cotizados y toreados, que no soy de los que hacían direcciones de lidia, no.
En pos de escribir y denunciar la verdad de como está esto, he perdido amistades, los profesionales me miran mal, a veces, incluso sirvo de escarnio para el desahogo de algunos y, tabla de salvación para los decires de otros, que me llamaban a mí para que denunciara casos que ellos no tenían cojones a denunciar; alguno, me instaba a publicar lo que él no mencionaría ni en «petí comité», mientras él en las redes lanzaba loas al tal que quería que yo le cantará las cuarenta…
En fin Marcos, que después de tanto para no arreglar nada… me he rendido.
Suerte en este tú empeño por ser íntegro, pero déjame que te diga algo: excepto cuando están delante del toro, los menos íntegros y desagradecidos son los propios toreros…
Salud, suerte y libertad.
Curro Sillero
Siempre he dicho que un periodista que se precie cuando va a informar tiene que contar lo que ve cuando va a un coloquio podrá dar su versión pero cuando informa no da a lugar su opinión.Por motivos personales cosa rara en mi no pude ir a ningún festejo por lo tanto por oídas no puedo opinar pero si un periodista cuenta lo que vio como hace siempre estaré siempre a su lado otra cosa es lo lel empresario que no es empresario sino empresaria que es la que reza en la empresa que no se porqué razón le dieron la organización de los festejos eso es cosa del Ayuntamiento que en todo esto también tiene mucha culpa lo del pago a los matadores y subalternos ellos tienen la culpa por no hacer cumplir la ley tienen que cobrar los mínimos antes del festejo y entonces sino cobran no hay festejo y la Empresaria es la responsable de todo lo que ocurra .El ayuntamiento tiene la obligación de requerir a la Empresaria los contratos de los actuantes en el festejos y por lo que se ve no hay contratos los dineros en estas Plazas como dicen lo ajustamos y ya está claro sino encuentran quien pase por el tubo no hay subalternos pero el responsable de pagar a su cuadrilla los mínimos son los matadores y ellos son los responsables y mientras que todo el mundo que no lo hacen pidan lo que es legal esto de los empresarias y empresario de estos pueblos tendrían que cambiar y lo que no se pueda hacer que no se haga y si un Ayuntamiento quiere una corrida de Toros que mire que aforo tiene su plaza y dos y dos son cuatro. Marcos para adelante y sigue como has ido siempre con tu verdad por delante y los que tienen que arreglar esto son los toreros que exijan sus dineros para los suyos.que hay una ley que los amparan.