Un homenaje al pase cambiado de Antonio Bienvenida

Morante de la Puebla homenajeó a Antonio Bienvenida en el centenario de su nacimiento en la pasada Feria de Otoño de Las Ventas. -Un homenaje al pase cambiado de Antonio Bienvenida-.

De verde Bienvenida y oro. Verde manzana, un color en desuso. Cuestión de (ridículas) modas. Fajín y corbatín negros, siempre negro.

Ya era de noche en Las Ventas, Morante se colocó en el tercio con la muleta plegada, como queriendo descargar el cartucho de Pepe Luis. Sin esperarlo, ejecutó un recorte para cambiar la embestida con la muleta plegada en un pase por alto. ¡Quiá, era el famoso pase cambiado de Bienvenida!

“Para dar el pase cambiado había que colocarse de frente al toro con la muleta plegada en la mano izquierda, como en un cartucho, a la altura de la cintura, y con la espada en la cadera, o con un pañuelo, como a veces cogió Antonio, en la mano derecha.Una vez que se cita al toro, se le provoca con la voz y el cuerpo pero no con la muleta. Ya arrancado se le hace un quiebro como si se tratase de un par de banderillas, y según va arrancado el toro se le pasa la muleta como si fuera un pase de pecho, aunque sin desplegarla.En realidad, lo que hace cambiar al toro es el movimiento de la pierna y del cuerpo y no la muleta que no interviene para nada”.

Angel Luis Bienvenida. “Todas las suertes por sus maestros” de José Luis Ramón (Espasa-Calpe, 1998)

¿Sabías qué…? Antonio Bienvenida aprendió el pase cambiado de su padre, el Papa Negro que a su vez lo aprendió de su padre. Cuentan que El Gordito lo ejecutó por primera vez. Que fuese Antonio Carmona tiene su lógica, pues fue el inventor del quiebro y el pase cambiado no deja de ser un quiebro con la muleta plegada.El 18 de septiembre de 1941 Antonio Bienvenida dio tres pases cambiados a Naranjito, novillo de Antonio Pérez Tabernero. Le llevaron en hombros hasta su casa en la calle General Mola, 3.

El 26 de julio de 1942 también lo firmó en Barcelona pero en esta ocasión con terrible fortuna. Un toro de Trespalacios -como aquel Viajero que terminó con la carrera del Papa Negro- le propinó una gravísima cornada en el vientre que casi le cuesta la vida.

Días después, Antonio Bienvenida dijo: “Volveré a vestir el traje morado y oro, reapareceré en Barcelona, daré el pase cambiado y se lo brindaré al doctor Olivé Gumá”. Y el 12 de octubre de 1942, cumplió su palabra.

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