Martes, 14 de abril. Trigésimoprimer día desde que se decretó el Estado de Alarma nacional. -Lee Se busca extraterrestre-.
El día ha sido oscuro. La tormenta va y viene. Cuesta conciliar el sueño. A media tarde, una tormenta de granizo casi anega la terraza, menos mal que ha parado pronto. Lo que nos faltaba.
Veo el telediario de las 9. Siempre la misma cantinela. Lo ingenioso que son los vecinos que se disfrazan, juegan al bingo, ponen música, bailan… Y así cada día. Hoy, hemos llegado al muerto 18.000 en el cómputo oficial.
Mientras el FMI advierte que la economía española puede caer este año más que en toda la crisis de 2008 a 2013 y que en Francia han suspendido todos los eventos culturales, al menos, hasta mediados de julio, el sector taurino -al menos una parte- sigue pensando en salvar la temporada. Carlos Pereda, empresario de Huelva, se ha desmarcado con las siguientes declaraciones: «La Feria de Colombinas se va a celebrar con toda seguridad”. Tus huevos morenos. La feria debería celebrarse el primer fin de semana de agosto.
No se lo pierdan que hay más. «Si esto continuara, quizás haya que pensar en opciones como vender un asiento sí y otro no para que haya una distancia de seguridad. Habrá que entregar las entradas con una mascarilla…”. Olé tú. Mira, no se les ocurrió nunca regalar una mantilla con la entrada en Ajalvir, y nos van a dar una mascarilla en taquilla. Y un asiento sí y otro no. Esto, de verdad, clama al cielo. Se busca extraterrestre.
La tauromaquia es un espectáculo brillante en manos de cualquiera. Gente sin más conocimientos y méritos que haber nacido en el toro, capaces de dilapidar patrimonios familiares -véase grandes imperios históricos convertidos en cenizas hoy- y sin ganas de invertir un segundo en formación.
El otro tema que campea en el aire es la temporada de invierno en plazas cubiertas. A día de hoy, no sabremos cómo estaremos dentro de 15 días, así que no podemos aguardar lo que pasará dentro de seis meses. ¿Seguirá el COVID-19 entre nosotros? ¿Habrá llegado la esperada vacuna? ¿Qué sucederá hasta entonces? ¿Cuántos rebrotes habrá? ¿Tendremos que volver a estar confinados? Poner fecha e intentar jugar a Rappel es absurdo. Ni acertaron los expertos ni acertarán los taurinos.
En lo que sí pueden ir preparando es en cómo será la vuelta -sea cuando sea-. Enfrente tendremos a un pueblo diezmado, una economía en la ruina, el paro por encima del 20%, los pueblos necesitando recursos para sujetar a la población. El descalabro que vivimos en 2008 multiplicado de forma exponencial. La unión será el único despertar. La generosidad, la vía de salida. Todos tendrán que ceder para volver a abrir muchas plazas. Los convenios ya no sirven, las tablas salariales tampoco. Mientras no se pueda modificar las exigencias de la Administración, el sector deberá autorregularse para subsistir. El coronavirus puede ser la puntilla.
Una nevera en el ascensor
Los días durante la semana corren, vuelan. Necesito ir a la compra pero siento reparos en salir. Las 7:00 horas, una pelea de perros en la calle. Las 9:00 horas, un vecino pega un golpe contra la pared y luego contra el ascensor. Me asomo. ¡Una nevera! ¿Una mudanza durante el confinamiento? Las 12.00 horas, me asomo a la ventana y veo a un hombre con un niño que van a tirar la basura. La gente se está relajando. Lo noto en el día a día. Dentro de 15 días veremos las consecuencias.
Diario de un Confinado
Diario de un Confinado XX. Viernes de Dolores.
Diario de un Confinado. XXI. Sánchez y el sueño húmedo de El Pardo.
Diario de un Confinado XXII. Domingo sin palmas ni ramos.
Diario de un Confinado XXIII. La Fe de Lola.
Diario de un Confinado XXIV. El poeta marginado.
Diario de un Confinado XXV. La hora de Belmonte.
Diario de un Confinado XXVI. Somos del tiempo.
Diario de un Confinado XXVII. Túnicas colgadas.
Diario de un Confinado XXVIII. Juan Simón.
Diario de un Confinado. XXIX. Maestranza de luto.
Diario de un Confinado. XXX. El «mozoespás».
Diario de un Confinado XXXI. Se busca extraterrestre.