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Diario de un confinado. Un mitin en prime time

Sábado. Quizá no sea el mejor momento para escribir. Pedro Sánchez está dando un mitin en prime time. Ya supera la hora de duración. Me hierve la sangre. Sánchez sustituye al Telediario. ¿Medidas? Ninguna. Una pantomima de reafirmación de las calamidades y los delitos que están cometiendo. Ojalá la historia les juzgue. Y por qué no, un tribunal. Son homicidas. Están dejando morir a la gente. 1.326 muertos. Nos dice que lo peor está por llegar. Lo mismo que la semana pasada. ¿Lo mismo que la semana que viene? “Hay que ganar tiempo”. ¿Hay que ganar tiempo? ¿En serio, Sánchez? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántos muertos habéis puesto encima de la mesa que son adecuados para pasar esta crisis? Terrible. Hay otras perlas como que se ha aumentado el consumo de datos móviles o ha bajado la delincuencia. Gracias, Sánchez, ya me quedo más tranquilo. –Lee el Diario de un confinado-

Hay una gráfica en El Confidencial que es muy representativa que debería ser el acta de defunción de este gobierno infame: cada día nos alejamos más de la línea de Italia en el mismo día en número de contagios. Escalofriante. Ese puño de Sánchez para reafirmar su mensaje, fuegos de artificio de un discurso leído por cue, que pretende rivalizar con el del Jefe del Estado. Usurpación de funciones. Bochornoso. Intentan sacar rédito político de la situación y lo conseguirán. Recuerden lo que están leyendo. Otro detalle que me repugna es la imagen de portada de la cuenta de Twitter del PSOE. Os la adjunto para que vean que no es un fake. El logo del PSOE, una línea y una mano en señal de STOP. No hay que ser muy ducho en lenguaje de simbolismo: el PSOE frena al coronavirus. Nunca en democracia se había utilizado todo el poder del Gobierno, de las instituciones, del Estado, para sacar rédito político. ¿Acaso eso no es corrupción? Dan ganas de devolver. El tiempo te pondrá en tu sitio.

Risotto y otra de Manolo Escobar

Segundo sábado de confinamiento. Hoy toca meterse en la cocina. Risotto. En principio, la idea era hacerlo de calabaza y probar una cosa nueva pero el intento digamos que fue fallido. Al echar mano de una lustrosa calabaza, tuvo que irse caminito de Jerez. Cosas del directo. Opción dos: champiñones y receta más tradicional. Para que las cosas salgan bien hay que pedir consejo a los que saben y en esto del risotto, mi amigo Súper tiene un doctorado. Yo le daría el Honoris Causa.

Todo listo: arroz, cebolla, ajo, champiñones, caldo de pollo/verdura y queso parmesano. El perolo en el fuego, con base de aceite de oliva. Ajo y cebolla bien picada y para dentro. Sin prisa, que se poche bien. Me gustan los pochados con tranquilidad. Mientras, vamos preparando los champiñones. Importante lavarlos bien. Los cortamos en láminas. Si queremos más pequeñito, lo podemos dar un corte a la mitad pero no muy pequeño porque el champi se consume. Cuando la verdura está pochadita, los metemos para dentro y lo removemos. Cuidado con la sal. Recordad que lleva queso. Cuando está todo ya bien hecho, añadimos el arroz. Cocinamos un par de minutos.

En paralelo, hemos preparado el caldo de pollo o de verdura y lo tenemos calentito. Como estamos en tiempo de confinamiento, he utilizado un tetrabrick pero lo mejor es hacer el caldo uno mismo. Ya verán cómo se nota y no se tarda nada. Poco a poco, lo vamos añadiendo a cacitos y removiendo. Que lo vaya asimilando con paciencia. Otro cacito más. Y dale a la pala su temple. Vuelta para allá, vuelta para acá. El aspecto debe ser cremoso. Según pasen los minutos lo irás comprobando. Si quieres, puedes añadir unos dados de mantequilla pero para qué le vamos a añadir guarrería. Cuando esté prácticamente al punto, añadimos el queso parmesano rayado. Ni te pases ni te quedes corto. La virtud está en el término medio. Cuando le quede un minuto, quítalo del fuego y, mientras pones la mesa, el arroz estará en su punto. Mereció la pena.

La tarde se había quedado para una película de Manolo Escobar. Me dejó buen regusto la que os recomendé la semana pasada y, sin duda, ha sido un acierto. “Todo es posible en Granada” podría ser la ópera prima de Manolo. Os lo confirmaré cuando vea de nuevo Padre Manolo, otro tacazo que lo mismo cae mañana. Manolo es un guía turístico de Granada que tiene afición por el cante. El sacromonte, sin duda, es su lugar. Allí, en una cueva que perfectamente podría ser La Rocío canta sus mayores éxitos: Mi carro, El Porompompero y La Minifalda, pero también aparecen canciones como Soy un hombre de campo o Ni se compra, ni se vende. El éxito de las películas de un cantante hay que medirlas por sus canciones. Y, sin duda, esta sería la película TOP de Escobar, bien escoltado por Manolo Gómez Bur, Rafael Alonso, Luis Varela y, como pareja de baile, Tessa Hood.

Ah, ayer os dejé porque empezaba La leyenda del Alcalde de Zalamea. Decir que Fernando Fernán Gómez y Paco Rabal están soberbios sería repetirse. Hay que estar muy pendiente para no perderse en un castellano antiguo de Calderón del a Barca, bajo la dirección de Mario Camus. El honor y la honra -tema habitual del siglo XVII- de las hijas de Pedro Crespo (Rabal), el alcalde de Zalamea, es el eje principal de la trama:  “Si salen de casa nuevas y me las devuelven traídas, para qué las quiero”. Pero el atractivo de los soldados de la corte de Felipe II que desembarcan camino de Portugal es más fuerte que el empeño del padre…

Décimo día de encierro. Séptimo desde el confinamiento oficial. El Estado de Alarma se extenderá mucho más de lo previsto. La moral a veces falla. No por el encierro, sino por las noticias que nos llegan desde el exterior. Hay una verdad que nos están contando y otra la que nos llega de los sanitarios que están en primera línea y, por desgracia, casos a los que empezamos a poner nombre y cara. Esa es la auténtica verdad y no la de un fraude de presidente que hace de la mentira un arte. La postverdad como herramienta para gobernar y para comunicar (estrategia de su escudero y fiel Iván Redondo). Suerte, amigos, y cuídense.

Diario de un Confinado I. El coronavirus y la igualdad.
Diario de un Confinado II. Lola, Manolo, Litri y una dorada de bandera.
Diario de un Confinado III. Un cajón desastre.
Diario de un Confinado IV. Oda al teletrabajo y al sofrito.
Diario de un Confinado V. La normalidad es un milagro.
Diario de un Confinado VI. Unas cañas virtuales.

BONUS TRACK

Hoy, de regalo, Yo soy un hombre de campo, incluida en Todo el posible en Granda

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